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Rotar recomienda diez discos, 2024



Gente que lee el blog, les presento a Rotar. Nacido y criado en Asturias, un día Rotar descubrió el sitio web RateYourMusic por accidente, y desde ahí ya no hubo vuelta atrás. Utiliza los escasos momentos de tiempo libre que le permiten sus estudios universitarios en escuchar música rara, jugar videojuegos aún más raros y, en ocasiones, las dos a la vez.

Nosotros somos fans absolutos de sus recomendaciones en redes y este año le invitamos a que nos contara sobre buenos discos del 2024. Aceptó. ¡Yeii! Disfruten.








DIAMOND JUBILEE

CINDY LEE


Géneros: pop hipnagógico, pop psicodélico, rock indie

Accesibilidad: media-alta

Duración: 2h, 2 min, 9 sec



Condensa la calma de un viaje largo en coche en vacaciones.

VARIAS cosas se han quedado conmigo a lo largo de los años de las vacaciones que pasamos en el pueblo: las tardes jugando a las cartas, el sol entrando por las ventanas de madera en las mañanas, el olor a hierba recién segada, las cenas en las que todos nos juntábamos para ponernos al día. Sin embargo, algo de lo que recuerdo con más cariño son los viajes en coche y las sensaciones que éstos conllevaban: la calma de los paisajes amarillentos, el ligero aburrimiento tras las tres horas encerrado, la excitación a la ida, la melancolía a la vuelta…


Diamond Jubilee es un disco que no se anda con rodeos. Solo con ver su monumental duración de dos horas, separadas en dos CDs para facilitar su escucha, sabes que estás ante un viaje que se va a tomar su tiempo. Lo mismo se puede decir de las canciones presentes, que en su mayoría poseen ritmos y progresiones lentas, sin sentir la necesidad de apresurarse en ningún momento. Pero es precisamente esta calma la que hace que su escucha sea tan memorable.


La música de este disco suena anticuada, pero en el sentido en el que los discos inolvidables lo hacen. A lo largo de sus treinta y dos canciones, el álbum está lleno de guitarras portadoras de tranquilidad (Diamond Jubilee, Dreams of You, Government Cheque), canciones que parecen aumentar algo la marcha (GAYBLEVISION), momentos tan dulces que llegan hasta a ser algo cursis (All I Want Is You, Kingdom Come), secciones que casi rozan el ambient (24/7 Heaven)... Sin importar tu trasfondo musical, este disco tendrá al menos una canción que no te dejará indiferente.


Tal vez lo que más me gustó del disco es esa sensación de familiaridad que transmite, de que ya has escuchado las canciones del disco anteriormente. Cindy Lee ha conseguido, de alguna forma, evocar sentimientos que transcienden fronteras tanto físicas como temporales, mostrando que ha dominado el arte del rock indie.


Llevo años sin visitar el pueblo, pero la vida sigue, y está bien tener discos como estos para que nos acompañen en el viaje.










BRIGHT FUTURE

ADRIANNE LENKER


Géneros: singer-songwriter, folk contemporáneo, americana

Accesibilidad: media-alta

Duración: 43 min, 31 sec



Cuarenta y tres minutos de puñaladas al corazón constantes.

ADRIANNE no parece poder tomar un respiro. Sin entrar en su vida personal (que también es de agarre), sus últimos proyectos, Songs (2020) en solitario y Dragon Warm New Mountain I Believe In You (2022) con Big Thief, han catapultado sus habilidades como escritora a los focos, y la han cementado como una de las mejores artistas de singer-songwriter de los tiempo recientes. Era fácil esperarse que Bright Future fuera un gran disco; también era fácil esperar que fuera devastador, pero no hasta este grado.


Desde el momento en el que empiezas el disco hasta que lo acabas, los ataques al corazón no cesan. Entre Real House, la balada que abre el disco, y Ruined, la balada que lo cierra, hay doce canciones dispuestas a usar la parte de tu cerebro que procesa lo triste como saco de boxeo. La mezcla de géneros aquí presentada tampoco es ninguna broma: en un golpe rápido, el disco pasa del country y la americana (Sadness As A Gift, Vampire Empire) al piano desgarrador (Real House, Evol). 


Donde el disco brilla es, sin embargo, en sus letras: la desgarradora historia de Real House, la autorreflexión de Already Lost, el paso del tiempo en Fool, el pánico por el futuro en Donut Seam… Todas las letras están escritas de tal forma que es fácil verse representado en ellas, pero manteniendo ese toque personal de sinceridad que las hace tan identificablemente suyas.


Ante todo, Bright Future desborda amor; a veces triste, a veces correspondido, y a veces cubierto de dolor, pero ante todo amor. Este disco es personal y su producción casera le ayuda, como ocurre ante un ser querido. Esa familiaridad invita a abrirse, a sentirse identificado, a llorar desconsoladamente, pero sobre todo, invita a querer, en las buenas y en las malas. Y tal vez eso sea el sentido de todo.








ARCHIVOS DE RADIO PIEDRAS

NICOLÁS JAAR


Géneros: radio drama, música electroacústica, sound collage y un larguísimo etcétera

Accesibilidad: muy baja

Duración: 3h, 21 min, 16 sec


Posiblemente el disco en español más rompedor e innovador hasta la fecha.

DESDE su aparición en 2011 con Space Is Only Noise, se sabía que Nicolás Jaar era alguien especial. Con aparente facilidad, Jaar siempre ha sido capaz de mezclar la electrónica más experimental con la más bailable, hecho que sólo reafirmó con su estelar producción en Magdalene (2019), el disco de FKA Twigs, que le puso bajo los focos después de que recibiera numerosos elogios y múltiples nominaciones a varios premios. Sin embargo, en estos últimos años, Jaar parecía haber desaparecido no sólo de los estudios, sino que también de la faz de la Tierra. Ahora sabemos por qué.


Con una monolítica duración de casi tres horas y media, Archivos de Radio Piedras se postula como una de las obras más originales de lo que va de siglo. A pesar de su designación como “disco”, ante nosotros se encuentra en realidad un radio drama, que inicialmente se transmitió por Telegram de forma episódica, el cual nos llevará a un futuro cercano post-apocalíptico en el que la mayoría de tecnología moderna ha dejado de funcionar por la acción de un grupo llamado “Las 0cho”. En él, atenderemos al programa de radio de R y Z, nuestros protagonistas, mientras recuerdan a su amiga Salinas Hasbún (nombre formado por los apellidos de las abuelas de Jaar), la cual desapareció misteriosamente dejando un legado de obras por el camino.


Con el desarrollo de la obra, se abren preguntas que se quedan sin cerrar, se entrelazan los géneros, las subtramas y en ocasiones hasta los idiomas (por suerte, la web de Jaar tiene una transcripción a español de todo el diálogo de la obra). Hace también referencia a eventos tanto ficticios como reales, chilenos e internacionales.


La narrativa del radio drama por sí sola es capaz de mover montañas (quiero destacar especialmente las conversaciones de la “obra de arte” entre los episodios 2 y 3, el minuto de silencio del final del capítulo 4, y los comunicados de las 0cho). La capacidad de inmersión que le llega a aportar al disco es el santo grial que muchos otros artistas, músicos o no, llevan años luchando por conseguir.


Si bien no es la primera vez que un álbum intenta desarrollar una historia en formato de radio drama (véase Superflat en 2017, de C’est La Key), esta es —a mi conocimiento— la primera vez que se hace con una producción tan profesional. Lo que hace Jaar aquí es revolucionario. Este tipo de discos son los que se usan para marcar un antes y un después en lo que es posible hacer en el medio. Lo único que nos queda es esperar a ver con qué nos sorprende Jaar en un futuro.










SOLO POSTRES

RAMPER


Géneros: post-rock, slowcore, folk español

Accesibilidad: baja-media

Duración: 1h, 8 min, 24 sec



Los pedales y los efectos se entremezclan con el folclore español.

ESTE era difícil de vérselo venir. Se sabía que Ramper apuntaba maneras desde su debut, Nuestros mejores postres (2020), pero el impacto que el grupo granadino iba a tener en la escena del post-rock internacional sólo podía ser esperado si se predecía que su segundo disco sería una obra descomunal, de esas que dejan mella y resuenan con fuerza. Precisamente eso es lo que tenemos aquí.


Cada una de las siete canciones de este disco nos lleva por una odisea de magnitudes bíblicas, en las que el post-rock más anglosajón se infunde de elementos del folclore español: ritmos y vientos que recuerdan a marchas de procesión, letras que podrían estar extraídas de la poesía más gótica de Bécquer, la melodía de “Vamos a contar mentiras” disimuladamente oculta en Día estrellado… todo ello amarrado entre los componentes tradicionales del género del post-rock (guitarras con el delay y la distorsión al máximo; la progresión pausada de las canciones, elemento a elemento; la duración colosal de las canciones).


Es complicado quedarse con un momento en específico del disco, pues todas sus canciones merecen ser mencionadas, todas aportan algo a la experiencia del disco. Pero de quedarnos con una canción, tendría que ser sin dudarlo En nuestros días, pieza central del disco en la que parecen dejar de lado el misticismo y la historia creada en el álbum para tocar temas más cotidianos, y cuyos últimos cinco minutos son especialmente impresionantes.


Resulta fácil hacer comparaciones de determinados momentos del disco (a veces suenan como Swans, a veces suenan como Sevilla en verano), pero mirándolo de forma general, el sonido que Ramper ha conseguido crear en este disco es completamente único a nivel internacional, pues absolutamente todo encaja prácticamente a la perfección. No sabemos qué les deparará el futuro, pero por ahora pueden estar tranquilos sabiendo que están a la cabeza del post-rock hispano.









LIVES OUTGROWN

BETH GIBBONS


Géneros: folk de cámara, folk psicodélico, art rock

Accesibilidad: alta

Duración: 45 min, 51 sec



El ansiado retorno de una gran vocalista rellena el vacío de su ausencia.

“DESAPARECIDA en combate” sería una buena descripción de los últimos años de Beth Gibbons. Tras el lanzamiento de Third (2008) con Portishead, sus apariciones habían sido breves: algún sencillo por aquí, alguna colaboración por allá (destaca su contribución a Mother I Sober, de Kendrick Lamar). Por eso no es de extrañar que el lanzamiento de este disco, once años después de que se anunciara el inicio de su grabación, generase tanto revuelo.


A pesar de lo que sus fans más acérrimos podían estar esperando, aquí no encontramos ningún elemento electrónico ni de trip hop, de los que hicieron a Portishead un grupo tan famoso; no hay samples ni sintetizadores. no hay nada. En las diez canciones que forman el disco, no encontramos casi nada más que su voz (tan poderosa como hace veinte años) y guitarras acústicas, a veces acompañadas de algún que otro arreglo de cuerdas. Sólo eso es necesario para que este disco se erija como uno de los mejores del año, haciendo testamento a sus habilidades como cantautora.


Por lo general, mucho de lo experimental visto en sus discos anteriores se ha sustituido por una mayor refinación. Eso no quiere decir que haya desaparecido: Rewind y Beyond the Sun muestran sonidos mucho más oscuros, que aportan elementos de krautrock y americana respectivamente. Por lo general, encontramos canciones mucho más atmosféricas, entre las que destacan Lost Changes y Oceans, canciones luminosas que recuerdan a su disco con Rustin Man.


Pero donde destaca realmente el disco es en sus letras, en las que Beth reflexiona sobre su vida, el paso del tiempo, su envejecimiento y la muerte, siendo el elemento más pesado del disco y el que aporta una mayor oscuridad a su sonido, tal vez por la cotidianidad con los que los trata. Puede que ese sea el mensaje detrás del disco; aprovechar cada momento como si fuera el último. Puede que no volvamos a ver otro disco de Portishead, pero Beth Gibbons ha sabido rellenar el vacío que dejaron.









IMPOSSIBLE LIGHT

UBOA


Géneros: death industrial, ambient oscuro, noise

Accesibilidad: nula

Duración: 41 min, 17 sec



La dureza del colectivo LGBTIQ+ ante un futuro cada vez más lúgubre.

ESTE año ha sido particularmente duro contra el colectivo LGBTIQ+. Los bulos han sobrepasado a las noticias reales, los derechos han retrocedido de la mano del avance del fascismo y la aceptación de ciertos sectores del colectivo está bajo mínimos. Todo esto, cómo no, se ha visto sustancialmente agravado por el resultado de las elecciones en EE.UU. Que Dios nos ampare.


A estas alturas, casi sobra decir que la gente del colectivo trans se ha llevado la peor parte: su uso por parte de grupos de ultraderecha como chivo expiatorio ha causado que reciban violencia de forma desproporcionada, aumentando los casos de ataques y/o abusos a niveles alarmantes.


En medio de este clima de horror entra Uboa, el proyecto de Xandra Metcalfe. Viniendo de ella, ya nos podíamos esperar un disco difícil de escuchar: su anterior proyecto, The Origin of my Depression (2019), que narraba su forcejeo con su propia identidad de género y su transición, consiguió erigirse como uno de los discos más agonizantes de la década. En cierto sentido, este nuevo disco no es más que una mejora de los elementos ya presentados en su anterior trabajo, al punto de que la propia Xandra los describe como “discos hermanos”. 


Impossible Light presenta muchos sonidos ya vistos anteriormente, pero con capas y capas de refinamiento, a veces más sutiles y a veces más sustanciales. Entremezcladas con el sonido metalero de voces gritonas y guitarras pesadas, encontramos las secciones de drone que tanto caracteriza al proyecto de Xandra, con capas y capas de ruido de fondo (Phthalates) que, según progresan las canciones, empiezan a pasar a primer plano hasta volverse el elemento principal de las canciones (Weaponised Dysphoria). Todo esto, en conjunto con el sonido ya de por sí opresivo de los pasajes de metal (Endocrine Disruptor, Sleep Hygiene) hace que el disco se vuelva cada vez más constrictivo y oscuro.


Pero hay luz al final del túnel, siempre la hay. Impossible Light/Golden Flower, la última canción del disco y la más larga, cambia completamente el sonido, desplazándolo más hacia el dark ambient con la introducción de una caja de música como instrumento principal. Aunque su letra tiene toques agridulces (sobre todo el verso final, que es de esos que se te graban a fuego en el alma), esta canción hace algo especial: cierra el disco recordando que, a pesar de lo desesperanzador que pueda parecer el futuro, siempre hay que tener esperanza porque éste sea mejor.







"NO TITLE AS OF 13 FEBRUARY 2024 28,340 DEAD"

GODSPEED YOU! BLACK EMPEROR


Géneros: post-rock, música de cámara, drone

Accesibilidad: baja-media

Duración: 54 min, 12 sec



sin título ; a 10 de diciembre de 2024, 44.786 muertos

PODRÍAMOS afirmar que Palestina está actualmente viviendo su tercera nakba, término árabe que se puede traducir literalmente como “catástrofe”. Desde el inicio del genocidio palestino en 2023, aproximadamente 45.000 palestinos han sido masacrados, la mayoría mujeres y/o niños. Se estima que más de la mitad de edificios de todo el país han quedado reducidos a escombros; entre ellos, más de 450 instalaciones de salud; mezquitas que tenían milenios de antigüedad, como la de Jerusalén; y casi todas las universidades del país, en lo que algunos expertos han denominado "escolastidicio".


Lo poco que sabemos a día de hoy de los crímenes de guerra que se cometen en Palestina nos llega de manos de ambos gobiernos, pues las fuerzas militares israelíes han asesinado a 160 periodistas desde el inicio del genocidio. Clasificar esto como catátrofe es, ante todo, quedarse corto.


En medio de este desastre entra Godspeed You! Black Emperor, banda legendaria de post-rock que ya había tocado conflictos relacionados con este país, dispuestos a reflejar sus emociones en un disco. De primeras podrías pensar que este disco refleja terror, pues GY!BE ya ha demostrado ser experta en causarlo (véase F#A#∞ en 1997); sin embargo, más que eso, lo que encontramos en las seis canciones es una sensación incontenible de devastación.


Todos lo que caracterizaba al GY!BE antiguo se encuentra mucho más diluido: las secciones de ambient y drone son mucho más largas y difusas, los crescendos épicos se han reducido al mínimo, la batería está más presente pero se encuentra mucho más enterrada en el mixing… Todo ello contribuye al derrotismo representado a lo largo del disco, que se vuelve más oscuro con cada canción que pasa. Los fans a largo plazo de la banda podrán identificar momentos similares a los de sus discos anteriores, especialmente a Yanqui U.X.O. (2002), pero mucho más suave.


Gran parte del sonido del disco se debe a GY!BE admitiendo volver a sus orígenes, aunque los fans de sus trabajos más recientes también verán elementos de éstos, especialmente en las secciones de drone.


Podríamos dividir el disco en dos mitades (aunque algo difusas), siendo la segunda mucho más lúgubre que la primera. Eventualmente, según avanza el disco, vemos cómo el sonido se oscurece cada vez más, especialmente en la pieza central BROKEN SPIRES AT DEAD KAPITAL.


Pero a pesar de todo, a pesar de su devastadora segunda mitad, a pesar de las guitarras tristes, a pesar de las secciones largas de drone, un sentimiento permea el disco: esperanza. Este disco chorrea esperanza lo mires por donde lo mires: en cada crescendo, en las guitarras de SUN IS A HOLE SUN IS VAPORS, en el poema que actúa como interludio de RAINDROPS CAST IN LEAD, en todo hay gotas de esperanza que terminan formando un río.











ULTRALÁGRIMA

ULTRALÁGRIMA


Géneros: coldwave, synthpop

Accesibilidad: alta

Duración: 43 min, 8 sec



A veces buscas discos, y a veces los discos te encuentran a ti.

ENCONTRAR música nueva a veces puede ser difícil, especialmente porque con cada año, tanto el underground como el mainstream parece estar más y más saturados de lanzamientos, al punto de que mantenerse al día es una tarea prácticamente imposible. Este disco no lo encontré yo, sino que unos amigos me lo recomendaron diciéndome que “era de mi estilo” y muy seguramente me gustaría. No se equivocaban.


Ultralágrima había pasado por debajo de mi radar, grupo formado por Ignacio López (de Margarita Quebrada) y Marco Henri (de Tarara!). Este disco toma la forma de un día de tormenta constante, sin casi ningún atisbo de color. Las letras, a veces bajo capas de efectos y autotune, aportan una mayor sensación de derrotismo al ya de por sí afligido sonido del disco.


Algo de lo más interesante es la variedad estilística con la que tocan la tristeza; a veces con tambores de breakbeat (500 Balas), a veces con distorsión ruidosa (Donde Tú Estás), a veces con la simpleza del piano (Cuando Te Duele El Mundo) y a veces con guitarras lo-fi (FLP). La tristeza es tal que también se halla omnipresente en los interludios del disco, tres de ellos instrumentales (16.12.22). También resulta interesante ver la mezcla de sonidos industriales con estructuras más identificables de pop (el uso de estribillos, la repetición de letras, etc.).


A pesar de su reducido volumen de producción, Ultralágrima ha conseguido forjarse un sonido muy propio en la escena del underground, que es ante todo personal (la adición de una demo de Cuánto Tiempo Llevas Huyendo al final del disco lo demuestra). Solo nos queda esperar a ver si mis amigos podrán recomendarme otro disco suyo en un futuro cercano.











THE NEW SOUND

GEORDIE GREEP


Géneros: rock-jazz, rock progresivo, art rock

Accesibilidad: media-alta

Duración: 1h, 2 min, 55 sec



Tras la ruptura de black midi, Greep ha sabido cumplir con las expectativas.

GEORDIE Greep tenía un peso monumental sobre sus hombros. Tras anunciar la separación de “black midi” en un directo de Instagram, noticia que pilló a todo el mundo por sorpresa, tenía ante sí una tarea de proporciones hercúleas: forjarse su propio sonido, de forma que fuera lo suficientemente diferente a sus antiguos trabajos pero sin decepcionar a los fans de éstos. Esta tarea era aún más complicada de llevar a cabo si tenemos en cuenta que “black midi” fue una de las bandas más laureadas de lo que va de década. Aun así, pareciendo tenerlo todo en contra, Greep intentó conseguirlo con The New Sound. Y vaya que si lo logró.


Desde el momento en el que le das al “play” hasta que termina la última canción, The New Sound nos pone en los pies de un hombre obsesionado consigo mismo, con su propia imagen y lo importante que es, mientras que en realidad está constantemente escondiendo sus propias inseguridades. En cuanto al “nuevo sonido” no tiene mucho de nuevo; este disco bebe mucho de la música de los años 70, cabalgando por una línea fina entre el prog de Zappa y King Crimson (Holy, Holy; Walk Up) y la música popular brasileira de Milton Nascimento (Terra, Through a War).


La locura maximalista de Greep permea el disco incluso más de lo que lo hacía anteriormente; cada segundo de este disco, incluso en los momentos más calmados y en los instrumentales, tiene capas y capas de detalles minuciosos, por lo que con cada escucha encontrarás algo nuevo. A todo esto se le suman los riffs de guitarras desquiciados y las baterías a la velocidad del rayo (especialmente notables en Blues y Motorbike), que aportan mucha potencia pero sin llegar a los niveles de ruido que hacía con black midi.


Como parece que para Greep todo eso no era suficiente, el disco llega a su clímax con The Magician, una devastadora balada de doce minutos y medio, que narra el lento pero imparable colapso mental de un hombre que ha de aceptar el final de su matrimonio, causado únicamente por su culpa. Aquí Greep saca absolutamente todos sus trucos a relucir; crescendos épicos, una batería titánica, instrumentales dignas de una obra de teatro. El resultado es, cómo no, la mejor canción de este año. El disco cierra con la sosegada If You Are But a Dream, un cover de una canción de 1942 popularizada por Frank Sinatra, que ayuda a calmar los ánimos tras la canción anterior y ata la narrativa del disco de forma magistral, si bien no le da un final feliz a su protagonista, quien termina por ceder a sus delusiones.


Es difícil ver álbumes debut con este nivel de enfoque y claridad de ideas, pero Greep ha conseguido cerrar un período artístico y simultáneamente abrir otro distinto. Solo nos queda esperar a ver cómo será su sonido en un futuro.









BRAT

CHARLI XCX


Géneros: electropop, EDM, bubblegum bass

Accesibilidad: muy alta

Duración: 41 min, 23 sec



Este año, Charli ha teñido el mainstream y el Internet de verde neón.

ES complicado hacer justicia en un párrafo al enorme impacto que ha tenido este disco en el mainstream de la música de este año. Desde su primer anuncio en febrero hasta su lanzamiento en junio, todo el mundo se subió al tren de Brat: sus fans empezaron a hacer merch personalizado con la carátula del disco, comenzaron a aparecer memes cambiándole el texto… En lo que pareció ser un pestañeo, todo el mundo era brat, todos se identificaban con el color verde neón. Todo esto, cómo no, sin mencionar la cantidad descabellada de promoción que recibió el disco: con sus numerosos videoclips y remixes, este disco recibió apoyos tanto por su propia discográfica como por otros artistas. Era obvio que el disco iba a ser un bombazo en ventas, y que el tan esperado brat summer iba a dejar de ser un concepto y pasar a ser una realidad.


Pero dejándonos de promociones: una gran parte del triunfo del disco se debe, cómo no, a su enorme calidad. No hay un solo segundo de las quince canciones que componen el disco en el que se pueda decir que la calidad decae, a pesar de su gran variedad estilística. Se nota mucho la influencia de A.G. Cook en la producción, así como las referencias a sus discos anteriores, especialmente a how i’m feeling now (2020) y a CRASH (2022) en los cortes más experimentales y los más mainstream respectivamente.


Tal vez el caos entre canciones sea lo que más entrañable hace el disco: el paso de las canciones de fiesta con la electrónica más fuerte que las restricciones del pop permiten, a las baladas de bajón absoluto, se hace sin casi ningún tipo de detención. El uso de leitmotifs y la coherencia temática del disco (el paso del tiempo, los recuerdos agridulces, su popularidad y, sobre todo, la fiesta como experiencia) también ayudan a aportar cohesión.


Es curioso que este disco sea el que ha catapultado a Charli a lo alto del mainstream, pues su disco anterior, CRASH, era mucho más pop. Parte de la razón se debe a que, ante todo, Brat derrocha personalidad; desde los conflictos más personales de Charli hasta los momentos de festejar hasta perder el conocimiento, todo el disco es identificablemente suyo. Y tal vez eso es lo que le faltaba a un mainstream excesivamente sanitizado y comercial, ese algo que este disco tiene: algo de personalidad.



MENCIONES HONORÍFICAS


NIGHT PALACE - MOUNT EERIE &

SONGS OF A LOST WORLD - THE CURE


RAZÓN: Sorprendentemente, estos discos no han entrado en la lista por lo mucho que he procrastinado su escucha —a pesar de saber que son discos que me van a maravillar—, principalmente por no haber escuchado prácticamente nada de estas dos bandas antes. Es, a día de hoy, que no me los he escuchado, a pesar de que me los han recomendado bastante.




MUERTE EN VERANO [EP] - DIANOIA &

SE ME CAYÓ LA SAL EN UN ARBUSTO - MUSGO2


RAZÓN: Ambos proyectos están hechos por personas a las que conozco y, a pesar de que son de mis discos más escuchados del año, sería imparcial añadirlos en esta lista. (Eso sí, id a escucharlos también, así apoyáis a un grupo y un artista emergente).




IMAGINAL DISK - MAGDALENA BAY &

A LONELY SINNER - SAMLRC


RAZÓN: A pesar de que ambos discos me asombraron tras escucharlos, casi no he vuelto a ellos a lo largo del año, cosa que sí hice con la mayoría de discos de la lista.

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