Cadena: Netflix Creador: Joe Penhall Temporada: 1
Es una serie inquietante. En los años setenta, dos agentes del FBI Holden Ford y Bill Tench (muy bien interpretados por los actores Jonathan Groff y Holt MaCallany), entrevistan a asesinos en serie para tratar de entender cómo la criminalidad y la mente humana están relacionadas. De esta forma se la pasarán cuestionando las formas de acercarse al otro, pero sobre todo el uso del discurso y las palabras con las que pueden conseguir tal o cual respuesta. Es una investigación casi psicológica y lingüística.
Y el espectador, sin darse cuenta, está en una línea media entre el agente federal y el criminal, tratando de desentrañar el discurso violento que ejecutan para comunicarse. O sea, que buscas entender el propio poder de tu palabra a la hora de comunicarte con el otro. Pero además cómo este compromiso con el trabajo hace que tu vida personal se vaya afectando paulatinamente. Sumemos a esto increíbles recreaciones de peligrosos violadores y asesinos famosos de la historia de los Estados Unidos; una edición, musicalización y dirección bastante cuidada y tendrás una serie de calidad. Además de esa entrada de la serie, tan llena de misterios, de fotos de prontuarios que no alcanzas a ver por se te infiltran en la retina como si fueran esas palabras "ingenuas" a las que no les damos poder y se dejan colar.
Además que la alegoría del personaje de Wendy con el gato callejero al que le deja la comida todo el tiempo, es brillante y en concordancia con la serie. Tiene un tiempo y una elegancia para contarse que sorprende y te llena de preguntas. No es demasiado ágil, porque se trata más que todo de un constante ejercicio mental. Y a mí ese reto, me mantuvo atrapado un fin de semana entero. Pensé, contrario a otras, que llegaría más arriba. Pero así quedó, así se queda.
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