Los lectores de este blog conocen Ojos de perra azul, el podcast de Radio Mandarache que dirijo junto a Alberto Soler y que tiene esa increíble edición y dirección de arte de Fito Conesa. Sin embargo, detrás de nosotros, existen un grupo de veinte jóvenes protagonistas que componen cada episodio. Sin sus voces, seríamos incapaces de darle forma a cada idea, reflexión, propuesta creativa. De allí nace esta iniciativa de conversaciones perrunas, un espacio en el blog en donde iremos publicando breves entrevistas a cada una de sus participantes. Este podcast es una experiencia colectiva, la intención no es sólo ponerles un rostro, sino de ofrecer un contexto y ampliar su sentido de pertenencia en este proyecto.
conversación perruna 3: Mario Muñoz Álvaro, 23 años
¿Cómo conociste el Proyecto Mandarache?
Supongo que como todos, menos tú. En el instituto. Bueno, para empezar, lo conocí por mi hermano que es mayor que yo y ya estaba leyendo los libros. Después, fui lector de los libros y jurado, pero antes de meterme en Libreta Mandarache, presentamos algunas cosas a los premios complementarios que entregan en la gala final, y gané con un par de amigos un premio de videocitas. Después, estando yo en 3ero de la ESO, hice la inscripción para Libreta Mandarache y me cogieron. Fui el primer año de Libreta. Y recuerdo vagamente que participé en una gala, en El Batel, con una amiga. Haciendo una cosa, liándola un poco.
Siendo el primer año de Libreta, ¿por qué participaste?
Es que realmente, para los alumnos, la gente más joven, lo único que uno veía posible de hacer con el Proyecto Mandarache era leer los libros, el voluntariado y lo de Libreta.
¿Y por qué te dio curiosidad justamente el taller de escritura creativa?
Porque me gustaba escribir. No sé. Mi profesora de Lengua, creo, fue y me dijo que había salido esto. Me apunté y fue una experiencia muy guay.
Vale, pero luego nacieron los podcasts...
No me acuerdo muy bien cómo empezaron. Al principio se hizo el grupo de WhatsApp de Experimenta, del que no recuerdo si se llegó a hacer algo concreto. Simplemente era el grupo de gente que podría estar interesado en hacer cosas. Yo tengo una memoria de mierda, pero sé que a mí me apetecía hacer cosas. Se propuso el podcast, y me metí.
¿Cómo explicaría Mario de qué va Ojos de perra azul?
Pues un grupo de gente con inquietudes. Se da un planteamiento para debatir, hablar sobre literatura y temas interesantes. Y hablar con gente también como activa. No sé, compartir con otras personas, con jóvenes también, ideas sobre literatura o filosofía que es guay.
¿Cuál crees que es el punto fuerte del podcast?
Lo que más me gustan son las reuniones. Debatir así en directo con la gente, y discutir.
¿Y los puntos de mejora?
A mí me gustaría la práctica. Algo de experimentación de verdad. Rollo, que no se quedara en hablar. Me gustaría la idea de llevar a cabo acciones o experimentar un poco. Hacer laboratorios sobre aquellos temas de los que se habla o se debate, y poner a prueba las cosas que se dicen, pero de una manera más real. No sé, como acciones poéticas que se hacían mucho en las vanguardias.
Aunque es una buena idea, siempre estás poniendo en duda a la palabra o el poder del debate. Eso es interesante. ¿Qué crees que aporta Mario de distinto en esos encuentros?
¿Yo? Pues mira, a veces me tira pa' atrás pensar que tengo que aportar algo y sentir que no tengo nada que aportar o que lo que iba a decir son gilipolleces. No sé, yo suelo pensar que yo soy yo; que cuando me siento rodeado de artistas, escritores, o lo que sea, intento abandonar ese mundo maravilloso y místico de la profundidad del arte. Yo intento volver un poco a la realidad y salir de esa idealización... Me está costando explicar esta idea...
Es como si ensuciaras de tierra las ideas.
Aunque al mismo tiempo soy bastante, ¿cómo se diría?, ilusionista, iluso, ilusorio, fantástico... Pero sí, me suele dar mucha pereza cuando se está dando un matiz súper elevado y profundo a cosas que a lo mejor son súper terrenales o absurdas. Me gusta como intentar quitarle importancia a algunas cosas que a veces se veneran en la literatura y el arte general.
¿Y con la música? Porque esa fase tuya la disfruto mucho, aunque no sé dónde ubica ahora. Sacaste un disco: [...], lanzaste un par de vídeos brutales, ¿en qué momento nace ese interés?
Nace porque soy músico. Siempre me ha gustado el rap y escribir. Ya antes de sacar el disco tenía bastante canciones, hice muchos conciertos con mis amigos por Cartagena. Pero la idea de hacer el álbum [...] fue después de un viaje que hice con 18 años. Poco después de una revelación que tuve, de decir: "vale, no soy lo que creía que era, soy una pedazo de mierda en realidad", en el sentido de que no soy tan generoso como creía, soy realmente egoísta. No sé, no soy consciente de que hay gente muriendo donde puto sea, etc. Esas ideas me llevaron a trabajar mucho más a fondo, en ver qué era y qué no era o creía que era. Sentía que quería mostrar eso, que era importante. Al principio iba a hacer un EP de cuatro o cinco temas, pero al final salió [...].
Y salió bastante bien.
Aunque lo pude hacer también muy mal. Supongo que salió así de bien, porque creo que salió increíble, porque estoy enfermo de la cabeza y necesitaba demostrar que era capaz de hacer un álbum de putísima madre, para que la gente me lo dijera...
Pero esa gente ya sabía de tu trabajo, ¿no?, porque el álbum se lanzó después de que ganaste el Crea Murcia.
Sí, aunque ya el álbum estaba más o menos hecho. Estoy contento. Pero al mismo tiempo, me siento un poco obsesionado con que todo tenga que estar muy bien hecho. Saqué el álbum, que fue un proceso bastante intenso. Hice un par de conciertos de presentación, pero después ya estaba bastante cansado. Habían sido dos años trabajando con él a tope y me dio pereza seguir con ese proyecto. Decidí parar y me fui sin hacer nada. Sentí bastante rechazo hacia ese proceso de después. Y también sentía rechazo a la idea de que había sacado el primer álbum, que supuestamente es una oportunidad de puta madre para empezar mi carrera profesional en la música, porque además había sido reconocido en varios sitios; pero me daba ansiedad sentir ese compromiso con el álbum y con mi carrera, sentirme encadenado eso. No quería hacer música por tener que hacer música.
Basta con escuchar el álbum para entender que tu relación con la música también está ligada con la escritura. Relativizas y pones un cable a tiera a esa forma de narrar tu mundo en las canciones. Pero ahora te oigo narrar esta otra dinámica alrededor del disco, y pienso en que te vaciaste. Muy coherente, pero parece que estás agotado de pensar tanto en el resultado.
Porque vivo demasiado en donde no estoy, pensando en las cosas que podrían ser y no son. Con el disco, por ejemplo, dije: "ya hice esto con la música" pero pensando en todo lo que no estoy haciendo. Como cuando terminé el grado medio de música, que me sentía obligado por nadie a hacer el Superior, y decidí no hacerlo por probar otras cosas. Siempre está eso allí.
Pausa anecdótica: en la anterior pregunta, Mario se refería a hacer el grado Superior de música, pero yo pensaba que estaba hablando de su propia superioridad. Esta confusión interpretativa, nos llevó a otro terreno fértil de conversación.
¿Actualmente te consideras superior?
Yo sé que no, pero dentro de mí todo dice que sí. Puede ser un problema importante que yo tengo. Siempre me han estado diciendo o me lo he estado diciendo yo, que soy superior al resto de la humanidad. Eso me genera un trauma demasiado fuerte. Siempre me he sentido superior a nivel intelectual en el instituto. Tenía la sensación de que los profesores lo notaban. El otro día pensaba que cuando venía algún profesor sustituto y no me daba mi lugar, me jodía la vida. ¿Acaso no sabe quién soy yo? Lo sé, es muy fuerte, pero necesitaba que me reconocieran todo el rato. En el disco creo que eso se dice claramente.
En el disco Mario es más Mario, en el buen sentido, no dejas de ser crítico, de componer un estilo. Hay una conciencia no sólo de lo que quieres contar, sino del como...
Aunque en las tres canciones que forman EGO, al menos en E y O, eso de la superioridad está bastante claro, pero sí, el disco es más que esas canciones. En bachiller ya estaba cansado de esa sensación. Desde 3ro. de la ESO que tuve una especie de rebelión de sacar malas notas, porque me daba igual, y eso me llevó a no querer estudiar nada... Supongo que haciendo el disco buscaba ese reconocimiento externo de haberme salido del sistema.
Eras un antisistema queriendo abrazar al sistema. ¿Y ahora a qué aspira Mario?
No sé. Ahora mismo me interesa bastante dejar de sentir esta ansiedad gigante. Tomar un poco del control de mi vida, responsabilizarme. Quería hacer un curso de parapente, aunque no sé para qué, porque además cuesta mucho dinero... Ahora mismo estoy en un proceso de creación. Me gustaría hacerme un poco la vida, estar a gusto, conocer gente.
Vale, quizás me juzgues por lo banal de esta pregunta, pero su respuesta puede ser bastante reveladora. Si tuvieras el control de decidir, con qué tipo de foto las personas podrían encontrarte por internet, una que te represente, ¿cómo te gustaría que fuera?
Lo primero que pensaría es con una cara de gilipollas que flipas, pero por otro lado siendo guapísimo, supongo. La belleza personificada. Entonces, como las dos cosas no pueden ser, porque si me pongo gilipollas, ¡dios mío!... yo tengo un amiga que dice que soy guapo/feo, que puedo ser muy guapo y puedo ser muy feo, y normalmente feo es cuando estoy siendo muy tonto. Es que realmente me lo imagino, por ejemplo, como los anuncios estos grandes de moda, o colonia, en plan que quieres salir allí como un dios.
Puedes salir perfectamente con cara de gilipollas sintiéndote un dios.
Eso es verdad. Que la gente diga, ¡qué guapo! O simplemente que haga risa. Es que pienso cuando publicaba en mi Instagram, que ponía una foto guapo, otra idiota. Las intercalaba, y al final todo me daba bastante lache.
Me da risa cómo los jóvenes de ahora luchan tanto con sus archivos de Instagram.
Es que no sólo me pasa con archivos viejos. Subo algo hoy algo a Instagram, y mañana lo veo y diré: "¿cómo puedo ser tan subnormal?"... ¿Sabes? Para lo del proyecto de arte escénica en lo que estoy ahora, tuve que presentar algo. Escribí un texto, monólogo, con una especie de performance, que resume muy bien todo lo que estamos hablando de mí. Puede ser muy interesante leerlo.
Claro, léelo.
En escena aparecía un macetero gigante, una rama seca, absolutamente patética, como haciendo de planta con cuatro hojas secas, y unas ramas partidas, lo más cutre posible, un árbol muertísimo. Y yo con una bolsa de manzanas de una frutería. Antes de empezar reparto manzanas a la gente y me voy comiendo una manzana. El texto original era esto:
Pues como veis, he venido acompañado de este pequeño ser que, bueno, en realidad es un manzano que tiene ya sus cinco añazos y está aquí conmigo porque para mí representa... bueno, para empezar porque lo amo, le tengo un cariño muy grande, y además representa bastante bien mi visión de la vida en general. Creo que es una lucha en sí mismo, su mera existencia, y es una muestra de rebeldía por la libertad, por la libertad de ser, por la libertad de existir. Para mí este árbol cuando contemplo su quietud en mitad de la vorágine en la que vivimos, su paz, su silencio, es una oda a la vida. Cuando veo personas como mi abuelo, el padre de mi padre. Cuando veo a mi abuelo arrancarle al albaricoquero las flores de cuajo porque son demasiadas, o talar el ficus porque las hojas muertas ensucian el suelo. Presenciar continuamente este atentado contra lo sagrado, esta violación, la eterna violación por el para qué, por lo que se pretende o se quiere llegar a ser, olvidando como siempre lo que sé es, porque el mero hecho de ser no es suficiente. Por eso me interpuse entre mi abuelo y el manzano. No le dejaría caer en las frías garras de la crueldad humana. Lo dejaría florecer como un silencioso grito de libertad, por encima de la apisonadora que lo sepulta todo. No, yo no germiné tu semilla para esto, para verte mancillado mediante todo tipo de torturas y vejaciones como amputaciones, serruchos, talas, podas; incluso haciéndote engullir mierda y mierda y más mierda de otros animales o hasta mi propia mierda. Tú no quieres eso. No. Este sería un árbol libre, libre de muñones, como los que exponen junto a su vergüenza las moreras que adornan las ciudades. Libres de crecer tanto como le venga en gana. Libre de ser pequeño si es lo que quiere. Libre de ser regado, salvaje, sin amo, capaz de buscarse la vida. Libre de expectativas, porque un árbol sólo es un árbol. Un árbol no necesita hacer nada. Un árbol no puede fracasar. No pienso regarte ni una sola vez porque no me necesitas, cariño, y dime, tú, vosotros, decidme: ¿hay algo más hermoso que esto? Eres libre de mí y te amo. No me pertenece, no te pertenezco, sólo cuando aparezco y con mi luz te busco. ¿Puede un manzano fracasar? No, claro que no. ¿Sabe un manzano cuál es su vocación? Pues no, eso está claro. ¿Qué pasa? Que vosotros si pensáis que es un fracaso, ¿no? Que para vosotros este árbol no es suficiente. Claro, pero quién le da el fracaso al árbol, esa es la cuestión. ¿Quién viene a decirle a este árbol que es un fracasado? A ver, ¿quién tiene cojones a decirle que es una puta mierda de árbol? El humano, la mirada humana siempre calculando, conspirando, siempre en el futuro, en el resultado. Me da asco. A ver, que yo tampoco voy a venir aquí a juzgaros, que si yo ya sé lo que estáis pensando, que yo también soy humano. Sí, sí, yo también soy humano y tonto no soy, ¿eh? Tonto no soy. Yo también lo miro y también veo que es pequeño. Sí, es pequeño, y no tiene hojas, que no tiene hojas ni flores, y eso ya lo veo, no hace falta que vengáis vosotros ahora decirme que el árbol es pequeño y que no tiene hojas, que yo eso ya lo sé. Que si lo hubiera regado alguna vez, me hubiera crecido más y me habría echado alguna manzanica, un par por lo menos, pues sí, puede ser. Además que seguro, pero y el gusto. Es que da gusto de verlo ahí, tan libre, muy libre, ahí, con sus ramas secas, tan pequeñico, tan bonico, diminuto, vamos, que no da ni una miaja sombra el condenado. Salvaje, que era un árbol salvaje, y si no creció más es porque no le ha dado la gana. Y a mí que eche manzana o no eche manzana, es que me da igual, así de claro. Pues ya ves las manzanas, es que a mí las manzanas es que ni me gustan. ¡Vamos, las manzanas! No voy a decir por dónde me paso yo las manzanas. Es que no, no lo voy a decir, porque las manzanas... ¡No! Si las manzanas me las paso por los putos cojones de mierda, que estoy hasta la polla, que me la sudan las putas manzanas. Si te lo tengo dicho, que a mí eso me da igual, que yo te quiero igual, ¡joder!, que te amo por tu mera existencia. ¿Cómo te lo tengo que decir? Que no me importa que seas una puta mierda de árbol, que no echa flores, ni manzanas, ni echas nada, ¡que no tiene ni una puta hoja, hostia! ¿Y qué?, ¿y qué? ¿cuándo te he reprochado yo algo?, ¿cuándo? Todos los albaricoques del abuelo ahí, llenos, que se parten, humillándome y tú no me has dado ni una puta manzana en seis años, me cago en la puta. Ni una manzana me has dado. ¿Y yo?, ¿te he dicho alguna vez, eh? ¿te he dicho algo? Que no tienes que hacer nada, que no tienes echar flores ni manzanas, que eres un puto árbol, que no tienes que darme manzana, que sean libres, joder. ¡Sé libre! ¡Que seas libre!
"Espuma de manzana chorreando por mi boca".
Mario Muñoz Álvaro
El disco [...] de Mario W formó parte de nuestra lista de recomendaciones del 2022. Y aquí compartimos el perfil en Spotify de Mario W. Descúbrelo, escúchalo y apóyalo:
GLOSARIO:
Proyecto Mandarache es un programa de educación lectora, fomento de la lectura y promoción de la cultura escrita dirigido a la totalidad de la población del municipio de Cartagena con especial incidencia en el público juvenil y adolescente. Creado por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Cartagena en el curso escolar 2004-2005 y dirigido por un Grupo Promotor, una asamblea ciudadana de personas voluntarias comprometidas con los objetivos del proyecto. En el marco de este proyecto se celebran dos importantes reconocimientos, Premio Hache de Literatura Juvenil y el Premio Mandarache de Jóvenes Lectores, dirigido a dos etapas distintas de la juventud, en el que participa el mayor jurado joven, y donde se celebran distintas actividades que incluye encuentros con autores.
Libreta Mandarache es un taller de creación literaria y escritura dirigido a jóvenes.
Durante cada curso escolar las personas jóvenes seleccionadas reciben clases de escritura y de literatura, así como otras nociones sobre el mundo profesional del libro y la investigación. El grupo seleccionado está compuesto cada año por jóvenes de entre 15 y 18 años que hayan participado anteriormente en los Premios Mandarache y Hache. Libreta es una acción formativa del Proyecto Mandarache de Educación Lectora junto a la Biblioteca del Museo Nacional de Arqueología Subacuática. ARQVA.
Radio Mandarache es una red de podcast en el marco de los Premios Mandarache y Hache impulsados por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Cartagena, con el principal apoyo de la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura del Ministerio de Cultura y Deporte.
Ojos de perra azul es un podcast de Radio Mandarache para reflexionar sobre leer. Situamos a quienes leen en el centro del hecho literario para investigar distintos aspectos de la lectura y la cultura del libro. Un lugar de ensoñación y encuentro. Sinestesia, abstracción e intensidad adolescente sin pudor.
Crea Murcia es un certamen que busca promover la creatividad de los artistas emergentes murcianos y ser un marco prioritario de expresión cultural en las siguientes disciplinas: Artes Escénicas, Artes Plásticas, Artes Visuales, Cómic, Cortometrajes, Diseño Gráfico, Diseño de Moda, Fotografía, Gastronomía, Literatura y Música (en las categorías de Pop-Rock, Otras Tendencias y Canción de Autor).
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