Cuando Judith te observa, transitas por una profunda duda: ¿su mirada apuesta solamente a la observación, a la complicidad o al humor? Conversar con ella no resuelve la duda; llegas a sentirte intimidado. Es astuta en el diálogo, de fina ironía y nunca deja escapar un comentario suelto, por lo que logra hacerte reír a carcajadas, aunque seas el motivo del chiste.
Compartí con ella hace muchos años y después, por esas coincidencias propias de las redes sociales, he seguido su evolución en mundo del performance. Me hipnotiza por la forma en que se comunica con el cuerpo. Sabe perfectamente cómo potenciar los estereotipos usando estrategias del humor propias del Caribe, pero sin atentar contra su identidad. Usa látigos, lanza cuchillos, hace malabares pero es su forma de andar, la voz al cantar, el doble sentido, la impactante transformación de sus gestos los que hacen que su show sea tan seductor. Y además contiene, en esas miradas, un humor inquietante.
Su primer acercamiento al mundo del circo fue en Venezuela, su tierra natal, con la que participó en espectáculos de calle en distintos zonas desfavorecidas de la ciudad. Fundó la compañía "Bululú Circus" y comenzó a hacer espectáculos de calle en tierras europeas. Su vida itinerante, como buena artista del circo, la llevo a Argentina y otras ciudades de Europa, llegando a participar en el "Taboo Barcelona Burlesque Nights" y el "Festival Curcikit" en España; el "Cabaret Candy Club" y el circo de navidad, "Helsingborg Julcirkus" en Suecia; el "I Cabaret Lune Noire" en Suiza; y el festival de burlesque más importante de Europa: el "London Burlesque Festival". En resumidas palabras, que asume su rol con entrega y dedicación absoluta, construyendo un perfil cada vez más poderoso.
Entre los espectáculos se reconoce El triple latigazo de la muerte, La maldición de la negra Perla, Latigazos a Skani, entre muchas otras facetas propias de su oficio. Digamos que son dos, los nombres que mas resaltan: Judita, la chica de los látigos que acuña el nombre del afecto de su familia con sus formas de desempeñar el arte; y El tipo, un peculiar performance donde habla de la figura del macho latinoamericano. Pero en el que habita, además, el sentido de lo femenino y el estallido de su poder. Es un show controvertido, que apuesta a un humor plural, pero que a la vez tiene toda una interesante reflexión estética de fondo. Aunque tal vez, mi conclusión como espectador, tampoco descifre las miradas de sus personajes. Hay que dejarse atrapar en su humor y sacar sus propias conclusiones.
Oficios del arte la incluye en su galería de personajes, por la forma tan arraigada y arriesgada de hacerse un camino en esta profesión. Sin estridencias, desde la interpretación, el performance, el arte del circo con identidad y responsabilidad.
0 · ¿Qué te diferencia de una actriz o bailarina?, ¿cómo llamarías a este oficio?, ¿crees que este puede ser considerado un oficio del arte?
Creo que los actores tienen el don de interpretar personalidades, de meterse en otra piel. Aunque yo sea capaz de aprenderme unas líneas, al momento de interpretarlas, algo dentro de mí me lo impide e intento romper esas líneas. Busco construir las mías propias que van saliendo en ese momento y que es posible que no tengan nada que ver con nada. No soy capaz de interpretar. En cuanto al baile es muy corporal… Yo necesito hablar, necesito contar mi historia.
Últimamente cuando me preguntan cuál es mi oficio digo que soy especialista, que hago algo especial que nadie hace y sí, es un oficio del arte porque el arte es crear y para hacer algo especial tienes que ser creativo.
1 · ¿Cómo nace la idea de Judita Látigos y sus personajes? ¿Qué propone Judita Látigos de novedoso?, ¿es parte de un show o es una propuesta estética?
Judita nació en Los Flores de Catia, en la escuela de circo Prometeo, en el Instituto Universitario Jesús Obrero “IUJO”. En Prometeo ensayaba tres peloticas y miraba maravillada a todos los que ya tenían un nivel en malabares, telas o fuego. Me disfracé un par de veces con ellos para acompañarlos en sus presentaciones pero no hacía nada relevante.
Luego fui por primera vez a una convención de circo, allí vi mi primera función de circo y solo pensaba “yo quiero estar ahí, quiero estar en la pista…”, una semana después se hizo el primer festival de circo en Venezuela y allí conocí al malabarista español Jose Luis “Akirachan”, que había viajado a Venezuela porque era invierno en España, tenía siete años practicando lanzamiento de cuchillos, quería una partener y buscó en internet donde se hacía una convención de circo en esas fechas y el resultado fue Caracas.
Él fue el primer malabarista profesional que vi actuar en vivo. Nos conocimos en la fila para entrar al Teatro Teresa Carreño, yo estaba con Dizzie, el cura fundador de la escuela de circo Prometeo. Akirachan se acerco a saludar, para colearse por supuesto (risas), y Dizzie nos introdujo. Llevaba sus pelotas de rebote y me propuso enseñarme ese ratico que duraba la cola… dos semanas después, dos días antes de volver a España, me contó el propósito de su viaje y me propuso ser su partener y que me enseñaría todas las técnicas de malabares que yo quisiera aprender aunque el pensaba que lo mío era el látigo, que tenía uno en su casa y solo sabía un par de trucos pero que si yo me ponía por mi cuenta a ensayar duro, conseguiría la técnica. Me regaló tres clavas y me dijo “ensaya, piénsatelo bien, en dos semanas te llamo y hablamos a ver qué has pensado”. A la semana me llamó y yo le dije “cómprame el pasaje que estoy perdiendo tiempo y quiero aprender”. A los tres meses de llegar a España ya estábamos presentándonos en hoteles de la Costa Dorada.
Ocho meses después regresamos a Venezuela y nos presentamos en la convención de circo, allí vi por primera vez un espectáculo de calle que presentaba Chacovachi, payaso argentino, entonces me dije “tengo que hacer mi unipersonal”. Agarré un vestido que me había regalado Andrea del “Circo los Delfines”: “para cuándo me emancipara”, me dijo; tomé mis látigos, un clavel de plástico y me dije: necesito un animal, un artista con látigos debe domar un animal. Me fui de shopping a jugueterías en Caracas hasta que encontré un tigre mecánico que hacia la estrella, me fui a la Plaza Bolívar y yo misma soy. Y ahí nació Judita, la chica de los látigos. Ese año estuvimos turisteando por Coro y fuimos a la fiesta de Los Locos de La Vela, yo tenía entendido que en esa fiesta todo el mundo se disfrazaba y fui con Akirachan, él de mujer y yo de hombre. Cuando llegamos éramos los únicos disfrazados y fuimos la sensación, entonces Akirachan me dijo: este personaje tienes que explotarlo.
Cinco años después, cuando mi hijo estaba de meses, intenté ponerme aquel vestidito y me sentía ridícula, entonces me vestí de hombre y salió “El Tipo” que llevo dentro. Desde entonces solo hago este personaje y en ocasiones contadas Judita. La novedad es que muy pocos espectadores notan que soy una mujer haciendo de hombre. Una parte de los espectadores, al revelar que soy una mujer, me adoran y perdonan el atrevimiento y descaro de El Tipo. La otra parte odia a Judita más de lo que han podido llegar a odiar a El Tipo solo por el hecho de que ha sido burlado por una chica. Muchos me han comentado: ¿por qué no puedo perdonarle a Judita lo que le perdono a El Tipo? ¿Por qué me río de las canalladas de este hombre y las de la chica no?
Judita Látigos es mi propuesta de libertad en la escena, puede ser parte de un show y/o es el show.
2 · En tus representaciones exaltas la imagen del cuerpo, la figura de la mujer, pero también usas recursos como "El Tipo" que habla desde el macho latinoamericano: ¿consideras que tu arte es provocador?, ¿crees que en esta época tan políticamente correcta el público ha cambiado?, ¿te han llegado a cuestionar estas representaciones?
Sí, totalmente provocador. La experiencia me dice que el público siempre es el mismo; el del hotel, el de la plaza, el alemán, el español, el ruso, el francés… cuando la gente va al circo, al teatro, al cine, lo que quiere es divertirse, sorprenderse… lo que cambia es la manera en que ellos expresan estas sensaciones. Generalmente me piden que le baje dos a la picardía (al lacreo, dice entre risas) pero como yo sé que lo que le funciona a mis personajes es tirar de la cuerda hasta casi romperla, termino haciéndolo como siempre.
3 · ¿Este es un oficio rentable?, ¿no es agotador los constantes viajes?, ¿el cambio constante de hogares nutre a tu inspiración o te abruma?, ¿han llegado a menospreciarte por este oficio?
Es rentable si consigues destacarte, ya sea por el nivel de tu técnica, por tu originalidad o tus contactos. Hay mucho fantasma por ahí viviendo del cuento. Acerca de la viajadera, a mi me gusta viajar pero claro, llega un momento en que te agotas porque quieres estar con los tuyos, todos esos sitios espectaculares se disfrutan más cuando los compartes con tus seres queridos.
Los cambios de hogares son divertidos, buscar los sitios para comprar tu comida, las maneras para desplazarte al trabajo, encontrar tu bar favorito… está buena la experiencia. Hoy día agradezco haber encontrado un contrato de un año pues todo esto lo estoy compartiendo ahora con mi hijo y mi pareja.
¿Menospreciarme por este oficio? Por supuesto, hubo un tiempo que pasaba la gorra y llegaron a preguntarme si yo consideraba digna esa manera de ganarme los cuartos.
4 · ¿Crees que en la actualidad el mundo del burlesque y el circo está perdiendo espacios de representación?, ¿o existe toda una maquinaria aparte del circo del sol que desconocemos?, ¿qué opinas que se estén haciendo espectáculos como el de Leo Messi?
El mundo del burlesque, a mi parecer, está ganando espacios porque al no imponer un canon de belleza más mujeres se están atreviendo expresarse a través de este estilo.
El circo, pobrecitos, sobreviven a duras penas, me refiero al circo tradicional. Cada vez se lo ponen mas difícil para plantar una carpa en cualquier sitio… hablar de circo es un rollo, porque cuando me dicen “circo” yo pienso en una carpa de circo, en generaciones viviendo del circo… El circo del sol no es todo lo que hay de circo, ellos son una compañía, una firma, como quien dice Nike o Adidas.
En Europa hay cultura de cabaret, circo y espectáculos de variedades desde tiempos inmemorables; Suramérica lo esta viendo de a poco por los hippies (artistas, aclara mientras se ríe) que han viajado y han visto la movida y la han querido compartir.
Acerca de Leo Messi, creo que se merece su show en Cirque du Soleil o su película en Jolibud, su talento es indudable. No he visto el show pero ya me lo imagino; muchas mayas y mucho maquillaje. Espero que Cirque du Soleil no deje de contratarme por decir eso (suelta una carcajada).
5 · Con tus personajes has explorado a representaciones sociales de América latina y la cultura negra, ¿con qué otras voces te gustaría relacionarte?, ¿tienes ideas en mente o esos personajes nacen de tus propias necesidades vitales?, ¿cómo se representaría Judith?
De momento no te puedo adelantar nada. El Tipo está en su mejor momento. Judita, cuando tiene chance se expresa, sobretodo expresa su repudio a los cánones de belleza impuestos por esta sociedad de mierda; el culto al cuerpo, las moda de las operaciones estéticas… A Judith la representaría arrecha todo el año, criticando, quejándose, burlándose de todos y de ella misma, buscando su copa y peluqueándose.
6 · ¿Cuál es la frontera con el espectador?, de alguna forma ellos son lectores de tu propuesta y los invitas a formar parte de tu representación, ¿siempre los guías o dejas que te sorprendan?
La frontera con el espectador es la que me impongan con su mirada. Tengo mis truquitos para manejarlos; un poquito de sal, un poquito de azúcar, los pincho para que reaccionen y me den algo. Me gusta que me sorprendan, que se enfaden con el personaje, que me quieran o me odien, que no se queden indiferentes.
7 · ...pero cuando son actos con cuchillos, ¿cuál es el secreto para el pulso firme?, ¿es un riesgo innecesario o un subidón de adrenalina?, ¿el arte es peligro?
Con respecto a los cuchillos o los látigos, el secreto para el pulso firme es la práctica, muchas horas de ensayo, practicar hasta que te duela y te eche sangre. El riesgo lo controla la técnica. El subidón de adrenalina siempre está cuando pisas el escenario. Y sí, el arte es peligro, riesgo, puedes estar jugándote la vida o la papa.
8 · ¿Cómo te relacionas con el humor?, ¿y con la ironía?, ¿prefieres hacer reír o hacer que el espectador reflexione sobre algún tema?, ¿cómo es el compromiso de tu oficio con el hecho social?
Sucede que mucha gente no me toma en serio, me gusta expresarme a través del humor incluso en los momentos que ameritan seriedad. Mi humor es seriamente irónico. Entre hacer reír y hacer reflexionar yo prefiero hacer reír, ya todos tenemos suficiente con nuestras vidas como para ir a ver un show y quedarte pensativo; aunque sé que la gente se queda inquieta después de ver mis actuaciones, no es mi intención. Aplaudo a los que hacen ese tipo de espectáculos porque obviamente hay un compromiso con el hecho social, aprovechar el estar al frente a tanta gente para mover conciencias… de algún modo supongo que lo hago cuando veo que la gente se descubren entre ellos sus caras de estupefacción asegurando que soy trans y sienten una especie de asco o alegría por mi supuesto atrevimiento como varón haciendo cambio de sexo; o la mujer que ve mis pechos naturales y mi cuerpo sin depilar y piensa “ella esta en el escenario y no tiene que ser perfecta”… si hay un mensaje en mi show sería el de libertad, liberación, de romper, de renacer.
9 · Si alguien quisiera dedicarse a este oficio, ¿tienes algún consejo?, ¿y Judita Látigos qué le diría?, ¿qué le diría Judita si tuviera a Judith en un espectáculo?
Mi consejo es que veas muchos shows y practiques mucho y que busques dentro de ti lo que quieras expresar si te quieres dedicar a este oficio. Muchos dicen que está todo inventado ya, yo no lo creo.
Judita Látigos diría: búscate la vida y no me copies marditx.
Judita le diría a Judith si la tuviera en un espectáculo: estás estupenda, divina, fabulosa, soñada, REGIA, ahora búscame mi copa hdp.
*Fotografías cortesía de Judita Látigos.
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