Lena Dunham, la creadora de Girls y su actriz protagonista, tiene la particularidad de hacer de Hannah un personaje cada vez más insoportable y eso, en vez de alejarnos como espectadores, parece que nos seduce más. Pero esta temporada ocurrió algo vital para la evolución de este anti héroe del siglo XXI. Hannah, que tiene cero conexión con el otro, tuvo que lidiar con un drama personal y, además, un drama que era real: Adam no la esperó. A ver, el tema es que ella se fue a estudiar a Iowa, convencida en su microcosmos de que iba a tener todos los retos para alimentar su creatividad y sus aspiraciones literarias. Pero el ego de ella es lo suficientemente grande y atormentado como para no soportar la crítica, y dándose cuenta de que este no era la vida que quería trata de regresar a la "normalidad" pero el mundo cambia. Su ego se ve fuertemente golpeado al darse cuenta que el amor de su vida la abandonó por otra, que no puede volver a su casa, y a uno le conmueve el hecho de que ella esté despechada y perdida. Ella, finalmente, debe hacerle frente a sus decisiones. Porque además, luego se entera de la homosexualidad de su padre. O sea, las cosas empiezan a ocurrir de verdad. Esa comodidad a la que Hannah siempre regresaba, finalmente se le hace pedazos y ella debe dejar de ser una niña o al menos cambiar un poco su vida. Y eso se ve reflejado al final de la temporada, con una pizca de esperanza y tranquilidad, con una toma de decisiones que para muchos puede resultar radical pero que la hace variar su forma de concebir el mundo.
Por otro lado, lamento que la historia de Marnie se haya quedado estancado en este drama del hombre comprometido que aburre, su caracterización de "miss" fracasada puede tener aún más provecho. Sin embargo, para hacer contra peso a esto, potenciaron los personajes masculinos de Elijah y Ray. La lucha social de Ray por el ruido de los carros y la aparición de Elijah para ayudar a Hannah a conectarse con ella en los primeros días de su programa de estudio, generan muchas de las mejores situaciones divertidas dentro de la historia esta temporada. Aunque lo más relevante de esta cuarta entrega, ha sido la evolución de Shoshanna: su búsqueda de trabajo; la de un hombre "correcto" para ella; y sus ganas de ordenar el pasado con Ray.
Cada una de estas chicas, deciden tomar decisiones de cara al futuro, cambiando radicalmente la vida que llevan. Esto le da un soplido de aire fresco a la serie, apuntando a grandes cambios. Lo mejor es que ellas se siguen apoyando, aunque realmente no estén muy claras de hacia dónde van las decisiones de las otras. Por esta forma de ser tan llena de desinterés en el mundo que las rodea, cierro con uno de las mejores parlamentos de la temporada es entre Jessa y Shoshanna, cuando hablan del futuro:
-Voy a ser terapeuta. -Me mudo a Japón. -Vas a ser tan buena terapeuta... -¡Lo sé! Y tú vas a ser una geisha fantástica.
Comments