
Los lectores de este blog conocen Ojos de perra azul, el podcast de Radio Mandarache que dirijo junto a Alberto Soler y que tiene esa increíble edición y dirección de arte de Fito Conesa. Sin embargo, detrás de nosotros, existen un grupo de veintiún jóvenes protagonistas que componen cada episodio. Sin sus voces, seríamos incapaces de darle forma a cada idea, reflexión, propuesta creativa. De allí nace esta iniciativa de conversaciones perrunas, un espacio en el blog en donde iremos publicando breves entrevistas a cada una de sus participantes. Este podcast es una experiencia colectiva, la intención no es sólo ponerles un rostro, sino de ofrecer un contexto y ampliar su sentido de pertenencia en este proyecto. Por eso, la condición para que Alberto y yo formáramos parte de este espacio, era someternos a preguntas por parte de los jóvenes. Este es el resultado:
conversación perruna 23: Freddy Gonçalves Da Silva, 42 años
Amelia: ¿Por qué motivo random acabaste en Mandarache?
Mi madre dice que porque no paro quieto. Coincidí con Alberto Soler en un evento en Madrid que se llama Leer Iberoamérica Lee. En ese Congreso, me tocaba mediar una mesa titulada Lecturas y lectores en la que participaron cuatro jóvenes de distintas edades y nacionalidades: Agustina Cabrera, Dana Elizondo, Mateo Pérez Soto y Kim López. No es por nada, pero estas cuatro persona lo hicieron increíble. Fue una demostración pública de cómo las personas jóvenes son capaces de aprovechar el espacio, cuando tienen la oportunidad de debatir fuera del estereotipo y dándoles un lugar de enunciación para expresar sus ideas. Recuerdo que Alberto hizo una intervención cuando terminó la mesa y eso dio pie a que nos conociéramos en el tiempo del café. Básicamente asistió y observó mi gestión como mediador en directo. Aparentemente le gustó mi trabajo, entonces me contactó. Me enseñó el proyecto Mandarache y me pidió una propuesta para llevar la segunda temporada de Ojos de perra azul. Conocí al primer grupo y fue flechazo. Con el segundo, aún más. Y aquí estoy.
Eva Juliana: ¿Qué ha significado tiene para ti pertenecer a Mandarache?
Al principio me sentía un poco intruso. Mandarache tiene una dinámica que fluye de manera tan natural entre sus miembros, que tienes que entender bien su mecánica. La primera vez que oí del proyecto fue a través de una de las bibliotecarias de Cartagena, Rosa Zaragoza, con quien había coincidido en un curso. Me gustaba porque era muy tajante y propositiva en sus ideas. Luego me di cuenta que ocurre de igual manera con todas las personas que forman parte del proyecto, y Alberto me dio la oportunidad de conocerlo más a fondo. Invocó a mi lado investigador, para reunirme con el Grupo Promotor, hacer una guía metodológica del proyecto (próxima a publicarse) e investigar al detalle a cada persona que pertenece al proyecto: profesores, jóvenes, editores, autores, técnicos de la Concejalía de Juventud. Y absolutamente todas las personas con las que contacté fueron profundamente acogedoras, porque es su manera de contar y convocar alrededor del proyecto. Lo hacen desde el calorcito de un fuego compartido. Cuento todo este periplo para decir que al final me hacen sentir que pertenezco, que formo parte, que es un hogar de muchísimas voces en donde lo relevante no sólo es la palabra sino la pedagogía del afecto y el cuidado. Es de los trabajos al que siempre atiendo con buen humor, miles de ideas, y con bastante mimo.
Jean Piher: ¿Qué te llevaste de cada uno de los chicos que conociste en la gran aventura que fue el congreso? ¿Y cuáles fueron esos personajes y te quedaste con algo de ellos?
Participar en el primer Congreso 'Cartagenas lectoras' fue una experiencia bastante rompedora. Nadie nos preparó para tanta agitación emocional y mental. Conducir al grupo joven fue extenuante, eran alrededor de veinte personas con muchas propuestas e ideas. Aunque no sé cómo, ese días pertenecían al santo de los imposibles. Mientras más locos nos poníamos con las propuestas, más rápido fluía todo: debatimos, hicimos un recital un poesía en directo, grabamos dos vídeos con ayuda de Pablo Madrid, llenamos tres folios de conclusiones y peticiones, comimos kebab, volvimos a hacer otro recital en la librería de La Montaña Mágica... y puedo seguir enumerando cosas. Más que detenerme en lo que me dejó cada uno, pienso en el momento en que todos grabamos ese podcast en alianza de Ojos de perra azul y La Biblioteca de noche de Chile. Sebas y yo no sólo hicimos clic, sino que Iván y Fito colaboraban, y todos participaban compartiendo sus palabras significativas. Yo, que no pertenecía a ninguna Cartagena, que nací en mi propia orilla, la de Venezuela, me sentía conmovido de ver como España y América latina dialogaban con tanto respeto, sorpresa y cariño. Fue un ejercicio colectivo de descubrimiento y enunciación. Así que, puedo decirte que de ustedes me quedo con sus nombres, porque nombrarlos me hace recordar lo mucho que me transformó ese encuentro en el mayo del 2023. Gracias Sofía F, Chloe, Álvaro, Amelia, Eva Juliana, Halima, José, África, Andrea, David, Eva, Guillermo, Irene, María del Mar, Mariana, Renato, Edgar, Sofía y por supuesto a ti, Jean Piher, y a tu acordeón.
Mercedes: Freddy, te mueves mucho por ambientes de proyectos literarios y quizás conoces alguno parecido al Mandarache, pero ¿qué es lo que destacas de él? (más allá de ser el mayor jurado joven)
Destaco su carácter asambleario. Esto hace que toda su gestión y toma de decisiones no sólo sea transparente, sino respetuosa con la trayectoria del proyecto. También rescato el entusiasmo, compromiso y cuidado, con el que se relacionan en cada actividad, de la misma manera en cómo acercan al que viene de afuera. Nadie es un extraño para Mandarache. Por último, como el gran espía en el que me he transformado de este proyecto, me conmueve la trascendencia que dejan no sólo las lecturas, sino propuestas como Libreta. No sólo en los jóvenes que participan, sino en los autores que viven todo el proceso. Basta con realizar estas entrevistas, para ver cómo es su misma comunidad, la mayor impulsora del proyecto.
Luna: ¿Por qué decidiste dar parte de tú tiempo para organizar a un grupo tan caótico cómo podemos llegar a ser?
No son tan desastrosos, Luna. A veces son muy adolescentes, pero sólo eso. Se agobian rápido. Mi carácter sosegado es un buen aliado para serenarlos, e insistirles que esto es un ejercicio retador, ambicioso, pero agradable y seguro. Mi decisión de estar aquí es por ofrecerles esa seguridad para nombrarse, contarse, y armar sus propias narrativas.
Alejandro: ¿Qué le aporta personalmente a Freddy el podcast de Ojos de perra azul?
Estructura. No sólo en la curaduría final de los audios y el armazón que tan cuidadosamente Fito lo alimenta de otros sentidos, sino también en el seguimiento, la investigación y la mediación de nuestros encuentros. Me vuelvo obsesivo con esto de retorcer las ideas. Además aporto mi simpatía que aún no cruza la frontera del cringe, porque soy bastante tonto y transparente. Por último, la confianza. Más que ser un amigo, represento al contacto en caso de emergencia. Busco ser luz en la profundidad o en la espesura, que puedan seguir en caso de que no vean nada. Soy un pez linterna. Recuérdalo siempre, Alejandro.
Mercedes: ¿Cuál ha sido vuestro tema favorito? porque Freddy nos dice siempre que le encantan todos.
Vaya manera de calumniarme públicamente, Mercedes. Lo que pasa es que cuando pasa un nuevo episodio, descubro cosas que me flipan. A ver, como temas, me han gustado mucho el mar, la frontera e incomodidad. Como episodio, aún no sé muy bien por qué, pero me encanta el 2x03 No sin mi tristeza. Hay algo en ese episodio que me conmueve mucho.
Alejandro: Si pudieras hacer cualquier cosa con el podcast de ODPA, (viajes, programas especiales, hablar de otros temas) sin tener que tener en cuenta recursos económicos o cualquier otro tipo de limitación, ¿qué harías?
Lo haría todo y más, pero esa pregunta trampa es adelantarse a posibles ideas futuras.
Iván: ¿Cuándo es un buen momento para dejar morir un podcast? ¿Pueden envejecer mal los proyectos?
Depende del podcast. En el caso de Ojos de perra azul, cuando los encuentros terminen siendo más un verdadero incordio para sus participantes. Aún no hemos llegado a ese punto. A mí, honestamente, el resultado final me gusta por el ejercicio de arte sonoro que hace Fito con nuestras palabras en cada episodio, pero lo que me nutre es el debate. Obviamente los proyectos pueden envejecer muy mal y eso se sabe, se siente, mira a Grey's Anatomy, es el mejor ejemplo. En esos casos lo más honesto es renunciar a tiempo, o saber transformarlos en otra línea de acción, antes de que se vuelvan un lastre.
Alejandro: Top tres razas de perro.
Un boston terrier, un corgi galés y Otto, el perro de dos de mis personas favoritas de la vida que viven en Barcelona. Ni idea de qué raza es y, evidentemente tuve que googlear nombres de perro para poder responder coherentemente tu incoherente pregunta.

Edgar: ¿Por qué eliges a dedicarte al campo del fomento a la lectura y por qué lo sigues eligiendo?
Por réplica, como un terremoto que conmueve. De niño iba a la biblioteca de mi barrio, y allí me formé no sólo como lector sino como ciudadano. Lo importante no era realmente leer más o mejor, sino reconocernos como una comunidad capaz de transformar nuestro entorno. Esa idea de nación que me decías en tu entrevista, Edgar, pues había mucho de eso, pero también de la necesidad de drenar toda esa imaginación que tenía alborotada dentro. Vivía en la ficción, escribía a cada instante, a escondidas, y tuve la fortuna de encontrarme con profesores, mediadores e incluso doctores, que con un simple gesto, me apoyaron a establecer mi propia narrativa dentro del campo de la mediación. A veces soy un caos, trabajo en él o desde él, y eso es importante. Son las historias las que siempre me han salvado, y los mediadores, incluso sin saberse mediadores, los que me dejaron en este terreno irregular con tantas ideas por hacer.
Renato: ¿Qué opinas de los hábitos lectores de los adolescentes de hoy en día?
Creo que leen distinto, no sólo otros formatos, sino estableciendo otros vínculos. Es evidente que hay un problema con el exceso de estímulos, la producción en masa de libros, la falta de conciencia y sensibilidad de los diversos contextos socioeconómicos, o la mercantilización del tiempo y de las identidades. Esto reta a la idea tradicional de la lectura, pero también perjudica al ejercicio de entender y disfrutar una obra desde el oficio de la escritura. Hacen falta más espacios para proponer estas lecturas disruptivas, pero también más lugares de comprensión entre adultos y jóvenes, para entender cómo estamos leyendo al mundo.
Soukayna: Si crees que leer o escribir cambia el punto de vista de visión del mundo de los jóvenes o sólo se hace para entretener y aprender cosas.
Espero que la lectura no sea solo entretenimiento o aprendizaje. Leer y escribir son acciones incómodas, difíciles, que te llevan a explorar límites que no reconoces de tu cerebro, pero también de lo que sientes. Ese espacio revolucionario que se activa en nosotros es lo que nos conduce a ver las cosas desde otro punto de vista. Voy a citar a Graciela Montes cuando dice que "Leer nos pone frente a un acertijo, al borde de la inminencia". Leer no nos apaga el cerebro, al contrario, activa una cierta sensibilidad transformadora que también es placentera.
Candela: ¿Piensas que tu trabajo que está relacionado con la juventud es importante?
Soy prescindible, y no lo digo por humildad. Lo que me parece relevante de este trabajo es darles un lugar para estar, decir y equivocarse sin que los funen. La única manera de que los jóvenes puedan alimentar su autoestima cultural, es habitando en un lugar donde no se le señale, sino que se le acompañe en el ensayo y el error. Eso es para mí lo importante, que puedas nombrarte sin miedo, aunque más adelante tengas que volverlo a hacer de nuevo.
Álvaro: ¿En qué pensaban el Freddy de 18 años cuando llegaba un viernes por la noche? ¿Que solía hacer?
A los 18 años estudiaba en la universidad y trabajaba, así que solía beber con mis amigos, buenas birras, en lugares culturosos y viviendo una telenovela personal un viernes al mes.
Malcolm: ¿Cuáles conocimientos o ideas crees que dejas en el alma de las personas cuando te conocen en profundidad?
Esa pregunta es muy jodida. Creo que deberían responderla esas personas. Quisiera pensar que les dejo la idea de un lugar seguro, una red de apoyo, y la conciencia de que un buen abrazo en momentos de crisis, ayuda. Insisto en la idea de ser muy equilibrado, ecuánime, pero a veces las circunstancias me atropellan. También soy un barril sin fondo de consumo de series y lectura de álbumes ilustrados, así que puedo darte mucho material al respecto.

Álvaro: ¿Cómo te despertó la curiosidad de hacer un mundo mejor?
A mí se me despierta la curiosidad del mundo, en general. Lo de mejor o peor, depende de quién lo mire. Además, mejorar un contexto no es una actividad única sino colectiva. Los héroes son artefactos de la ficción. La pregunta sería: ¿estamos dispuestos a explorar posibilidades de mejorar juntos a este mundo? Juntos no tú y yo; todas, todos y todes.
Edgar: ¿Cómo te sientes sobre su futuro?
Podría decir incertidumbre, o que la idea del futuro es una invención del ser humano, pero lo mejor es esperar al episodio final de la temporada que va sobre esto, ¿no crees?
Elsa: Si tu vida tuviera una banda sonora, ¿qué canciones no podrían faltar y qué momentos importantes de tu vida representarían?
Sería un batiburrillo de música indie, mainstream, pop, electrónica, caribeña, tradicional, identitaria. Una pieza sonora difícil de seguirle la pista, porque tengo muchas vidas por contar. Pero te señalo una canción que siempre me conecta con un momento de sanación personal: Reflektor de Arcade Fire. Actualmente también estoy muy a la labor de cantar Cairo de Karol G a cada instante. Si me ves en silencio, es que la estoy tarareando en mi cabeza. Y quizás bailándola.
Edgar: Un consejo, de cualquier índole, que le darían a una persona joven.
No vivas ajeno a tu realidad. No temas pedir ayuda cuando lo necesites.
Freddy: ¿Y yo cómo me veo? Si tuvieras el poder de controlar la foto, que sería la imagen con la que todo el mundo me reconozca al buscar mi nombre en internet, ¿cómo sería?
Con mis tres sobrinos montados sobre mí, entre sonrientes, juguetones y salvajes.
BONUS:
Sara: ¿Los vaqueros se llaman vaqueros porque los llevan los vaqueros o los vaqueros se llaman vaqueros por llevar vaqueros?
Básicamente los vaqueros son vaqueros, y en esa esencia indivisible radica la complejidad de sus posibilidades. O sea, un vaquero es un vaquero, porque un vaquero es un vaquero. Pero si nos detenemos en el origen de la palabra, está vaquero que es "relativo a las vacas", y proviene del latín vacca. Pero luego está el otro vaquero, que es el blue jean de toda la vida, bluyín para nosotros los latinoamericanos, y que en España decidieron llamarlo vaquero por pereza lingüística o asimilación: "es que lo usan los vaqueros, pues que se llamen igual", ¿y por qué no llamarlo mineros? Pero si nos vamos dos pasos más atrás, y pensamos en que se trata de un vulgar pantalón (de mezclilla, como le dicen en México). Y si además nos remontamos al origen de esta palabra, descubrimos que pantalón viene del griego 'pan' (todos) y 'eleémon' (compasivo). Compasivo con todos, como un vaquero que es compasivo con las vacas. O yo, que soy compasivo con esta respuesta porque tú fuiste compasiva con esta pregunta. En conclusión, son vaqueros porque los usan los vaqueros.
GLOSARIO:
Proyecto Mandarache es un programa de educación lectora, fomento de la lectura y promoción de la cultura escrita dirigido a la totalidad de la población del municipio de Cartagena con especial incidencia en el público juvenil y adolescente. Creado por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Cartagena en el curso escolar 2004-2005 y dirigido por un Grupo Promotor, una asamblea ciudadana de personas voluntarias comprometidas con los objetivos del proyecto. En el marco de este proyecto se celebran dos importantes reconocimientos, Premio Hache de Literatura Juvenil y el Premio Mandarache de Jóvenes Lectores, dirigido a dos etapas distintas de la juventud, en el que participa el mayor jurado joven, y donde se celebran distintas actividades que incluye encuentros con autores.
I Congreso Orillas Mandarache es una iniciativa internacional de intercambio de experiencias educativas en torno a la lectura y la literatura contemporánea en español. La intención de esta iniciativa es estudiar su crecimiento futuro para transformar Mandarache en un modelo iberoamericano de fomento de la lectura. Esta primera edición se celebró en 2023, en Cartagena, España, y reunió también a profesorado y jóvenes de Colombia, Chile.
Grupo Promotor es el órgano de toma de decisiones del Proyecto Mandarache.
Con más de cuarenta miembros que participan de forma voluntaria, conforman una asamblea que convoca anualmente un mínimo de diez reuniones con el fin de definir los perfiles de la campaña y actuando además como comité de selección de los libros finalistas del Premio Mandarache y del Premio Hache en cada edición.
Libreta Mandarache es un taller de creación literaria y escritura dirigido a jóvenes.
Durante cada curso escolar las personas jóvenes seleccionadas reciben clases de escritura y de literatura, así como otras nociones sobre el mundo profesional del libro y la investigación. El grupo seleccionado está compuesto cada año por jóvenes de entre 15 y 18 años que hayan participado anteriormente en los Premios Mandarache y Hache. Libreta es una acción formativa del Proyecto Mandarache de Educación Lectora junto a la Biblioteca del Museo Nacional de Arqueología Subacuática. ARQVA.
Radio Mandarache es una red de podcast en el marco de los Premios Mandarache y Hache impulsados por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Cartagena, con el principal apoyo de la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura del Ministerio de Cultura y Deporte.
Ojos de perra azul es un podcast de Radio Mandarache para reflexionar sobre leer. Situamos a quienes leen en el centro del hecho literario para investigar distintos aspectos de la lectura y la cultura del libro. Un lugar de ensoñación y encuentro. Sinestesia, abstracción e intensidad adolescente sin pudor.
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