Salvajes
Comienzo en el Teatro de la Laboral la 62ª Edición del Festival Internacional de Cine de Xixón. Allí veo Salvajes (Enfants terribles), el nuevo largometraje de animación stop-motion de Claude Barras, quien ocho años antes nos encandiló con la memorable y emocionante La vida de calabacín. Demostrando una confianza férrea en el poder de las imágenes para incitar la movilización social y política, Barras presenta ahora un sencillo pero efectivo cuento ecologista con una vocación pedagógica indudable.
Invirtiendo El libro de la selva, especialmente a la hora de abordar el tema de la herencia y la(s) familia(s) escogida(s), Salvajes vincula el coming of age individual con el despertar de la conciencia social. Y al hacerlo cuestiona nociones como la de lo salvaje, invitándonos a desmantelar nuestros prejuicios y a atender a esas cosmovisiones despreciadas e ignoradas bajo una idea de progreso civilizatorio que nos aboca a la destrucción.
Sí, la ausencia de Céline Sciamma en la elaboración del guión es notable (la directora de Retrato de una mujer en llamas escribió La vida de calabacín), fundamentalmente en la construcción de los personajes, ahora más abocetados. Pero el apartado visual está a la altura. Con una sensibilidad medioambiental cercana a Miyazaki, a la par que un cuidado trabajo fotográfico de la luz y las sombras, Barras construye un bello y táctil entorno natural (la selva de Borneo), que resulta irreemplazable. Tanto, que las amenazas de destrucción invitan a una resistencia ya imposible de eludir.
publicado el 16/11/24
¡Gloria!
El festival se inauguró con ¡Gloria! (Albar), primera película de la actriz y cantautora italiana Margherita Vicario. Un obvio y repetitivo ejercicio de historia-ficción feminista que reivindica a las compositoras olvidadas, imaginando de forma juguetona las piezas que podrían haber creado un grupo de instrumentistas del orfanato y conservatorio de Sant Ignazio.
Vicario mezcla, a la manera de Sofia Coppola en María Antonieta, la recreación y contextualización histórica más típica, pobre y forzada, con un loable trabajo del anacronismo musical (las jóvenes pasan de la improvisación jazzística, al tema pop, la jam poética y la ópera rock). Pero incluso este último aspecto chirría en un montage videoclipero y una mezcla sonora poco inmersiva, donde las capas diegéticas y extradiegéticas se confunden hasta que queda la sensación de estar viendo un playback muy poco creíble. Uno echa de menos inauguraciones como La favorita o C´mon C´mon.
publicado el 16/11/24
Eight postcards from Utopia
En su deambular por las calles de Bucarest, la profesora protagonista de Un polvo desafortunado o porno loco se topaba con una serie de carteles publicitarios que daban cuenta de la hipocresía imperante en la sociedad rumana. Tres años después de este largometraje, ganador del Oso de Oro en Berlín, el cineasta Radu Jude presenta en la magistral e hilarante Eight postcards from Utopia (Albar), un vertiginoso collage de anuncios que aparecieron en las televisiones rumanas desde la revolución de 1989 que dio fin al gobierno de Nicolae Ceausescu, hasta la crisis de 2008.
Codirigida con Christian Ferencz-Flatz -filósofo especializado en fenomenología, la Escuela de Frankfurt y teoría del cine-, la película se divide en 8 fragmentos con descriptivos títulos (“El dinero habla”, “La revolución tecnológica”, “Espejismos mágicos”, etc.), en los que, a través del audaz, irónico y mordaz montaje de Catalin Cristutiu, se reflexiona sobre cuestiones como la hiperbólica, irreal y exaltada representación de los cuerpos y las sensaciones en la publicidad. O sobre la incentivación comercial de relatos de normatividad, de determinados patrones conductuales según el género y la edad. O, muy especialmente, sobre la historia de Rumanía. Y es que, como apuntaba Radu Jude en la rueda de prensa (parafraseado), "Es cierto que hay algo que me interesa en reconstruir algo de la sociedad, o de la historia, utilizando no los materiales oficiales, sino estos materiales basura. Toda la película es una historia alternativa y fantasmagórica".
traducción libre de: “It's true that there is something that interests me in reconstructing something from the society, or from history, using not the official materials, but this garbage materials. The whole film is an alternative and phantasmagorical history”.
Añadía más adelante que esta, en términos del director, carnavalesca comedia camp "tiene sentido estético y estructural, porque el primer capítulo es el más art brut, es solo un anuncio detrás de otro, y luego cambia la estrategia; el último es más forzado, es en el que tomamos los materiales y los transformamos en algo completamente… completamente distinto".
traducción libre de: “makes sense aesthetically and structurally, first of all because the first chapter is the most art brut, it´s just one advertising one after another, and then the strategy changes and the last one is the most forced, is the one when we take the materials and we transform them into something completely… completely else”.
La fragmentación de los anuncios (en algunos casos, repetidos de capítulos previos), sirve en las últimas partes para acentuar aspectos previamente desapercibidos. De esta manera, lejos de abrumarnos hasta la extenuación con su ritmo imparable, Jude y Ferencz-Flatz entrenan nuestra mirada para invitarnos a observar con reveladora atención todo aquel “garbage material” que nos rodea. Para, así, dejar de ser indefensos ante esas postales de consumibles utopías, que realmente están lejos de serlo.
publicado el 18/11/24
Comentários