Clase de actuación
Nick Drnaso
Traduce: Carlos Mayor
Salamandra Graphic, 2022
Diez personas se apuntan a unas clases de actuación, dirigidas por un hombre extraño llamado John Smith. Las primeras sesiones son gratuitas, para enganchar a los interesados. Estas diez personas adultas se unen al grupo no sólo porque se sienten solos, sino porque tienen una particular carencia socioafectiva. Consecuencia de vivir la maternidad en soledad; de la búsqueda de pareja o de empleo; o simplemente por tratar de encajar en una sociedad cada vez más individualista.
Al igual que en Sabrina, su anterior libro, Nick Drnaso recoge problemas cotidianos de un sistema clase media, con frialdad y distanciamiento. Solo que, en este caso, le da un peso importante al extrañamiento. No sólo a través de las hieráticas caras de sus personajes que se asemejan entre sí y, algunas veces, son difíciles de contrastar. Sino en su falta de expresividad. Esta novela gráfica traduce en imagen a una sociedad rota, a ratos disociada, incapaz de relacionarse con el otro cuando llega la adultez.
Quiero resaltar el brillante juego onírico que propone el libro. Los cambios de escenarios, creados sutilmente desde la viñeta, suelen dejar a flotes los silencios emocionales de cada uno de ellos. Ya sea la angustia de Thomas, quien pasa de ser un tranquilo y seguro modelo de cuerpo, a vivir en una paranoia sobre los límites de sus actos. O Rosie y Dennis, una pareja que busca explorar más allá de la costumbre y el aburrimiento, descubriendo posibles libertades en otras conexiones inesperadas. O Rayanne y Marcus, madre soltera e hijo pequeño, que irán siendo cada vez más inquietantes fuera de este lazo.
El final es desconcertante. Por eso prefiero citar una de las últimas viñetas donde uno de los personajes dice: "¡Eh, perdone, ¿se encuentra bien?!". Porque en el fondo, de esto va el libro, de personas que buscan estar bien. Y en el proceso, recrean partes de su ser interior, que generan mayor inquietud que su vida en la actualidad.
Disfruté mucho la lectura de esta novela gráfica, mucho más que Sabrina. Existe una luz en sus personajes que apuestan más a la esperanza. O al menos a la búsqueda de su bienestar. Aunque para eso deban indagar en aquello que no son capaces de nombrar.
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